Querido Agosto.

Primer domingo de agosto.

Últimamente estamos llenos de malas noticias, inseguridad, COVID, opiniones encontradas con la consulta popular y todo lo que con lleva estos temas. 

Las últimas 3 semanas, las pasé en casa por razones de coronavirus, supuse que con la vacuna mi estrés sería menos, pero me encontré en un lugar que definitivamente no había pisado. 

Daniel y yo nos mantuvimos en casa solos, ocupándonos el uno del otro. Y en una de las noches de reflexión me di cuenta que nos preocupamos más por la salud de quién amas que de la propia.  Hoy 1 de agosto escribo este blog prácticamente 100% recuperada y curiosa por esas pequeñas ventanas que me dan felicidad. 

Encontré un libro de diseño de joyería que compré en 2012 Justo cuando estaba pensando que crear con mis manos me hace feliz. 

Estoy experimentando con mi escritura, hubo un ejercicio en particular de mi clase que abrió esa puerta en mi, no he parado de escribir desde ese día, comencé narrando una experiencia en primera persona y está convirtiéndose en novela de ficción. 

Hace unos días tuve una plática de domingo con Daniel, donde me contaba algo que le pasó después de una discusión que tuvimos en un restaurante. La versión corta es que por poco se cae de la moto en una curva, 3 años después me entero y se me apachurra el corazón. Ni siquiera recordamos porque nos enojamos. 

Me alegra decir que estoy bien, que retomé mi escritura en este blog como un espacio seguro y con ganas de vaciar mis sentimientos. Me siento como en el 2010 cuando abrí corazón creativo blog en una plantilla de Blogger para escribir de moda y diseño. 

¿En qué nos parecemos la Lore del 2010 y la de 2021? Hoy siento la misma esperanza de que algo bueno va a pasar, estoy creciendo, me siento diferente y eso es bueno. 

Gracias por estar aquí.

Lore