Las que puedo ser
Puedo ser la que camina descalza sobre la tierra y la que se pone zapatillas con vestido de seda.
Puedo ser la de aquí y la de allá, la del blazer negro y las botas vaqueras.
Puedo ser la del campo y la del puerto, ponerme el sombrero y el cinturón bien puesto, puedo recoger mi cabello, hacerme trenzas o soltar mi melena.
Puedo ser la soñadora y la hacedora, la cobarde llena de valentía y la soledad misma.
Puedo ser la que se viste de confianza y seguridad andando por su camino con alegría.
Puedo ser la que escribe, la que canta, la que pinta y la que cocina.
Puedo ser la maestra, la alumna, la aprendiz y la bruja.
Puedo ser la que medita, la que ora, la que espera impaciente, la curiosa observadora.
Puedo ser la que habla, la que escucha y la que a pesar del dolor lucha.
Puedo ser la que intenta y la que se rinde, la que busca y la que encuentra, la que siempre regresa cuando se pierde.
Puedo ser la que patina, la que corre, la que hace yoga y a veces se rompe. La que viste de negro, de blanco o de todos los colores.
Puedo ser la que cura y la que lastima, la sanadora y mi propia medicina.
Puedo ser la rebelde, la quieta, la niña y la adulta imparable. Puedo ser la ruda y la vulnerable, la que sabe y no sabe.
Puedo ser la rosa y la espina, la hermana, la hija, la pareja y la compañía.
Puedo ser el ruido y el silencio, el fuego y el agua, la lluvia y el viento. Puedo ser la luz y la oscuridad, el perdón y la verdad.
Puedo ser mis alas y mi ancla, mi techo y mi casa. Puedo ser mis raíces y mi tronco, mis ramas y mis frutos rojos.
Puedo ser el cielo, las nubes, llegar a la montaña y su cumbre.
Puedo ser la que se ve al espejo y reconoce su alma a través de su cuerpo.
Puedo ser todas y cada una, las que habitan y las que se esfuman. Puedo ser las que me invitan, me escuchan y también me susurran.
Puedo ser yo y a la vez todas porque viven en mi, se descubren y se desnudan dejando su piel en mi para volver a ser una.
Las mujeres que he sido, las que soy y las que llevo en el corazón.
Autora: Monse Cazarín